Los residuos son cargados en una tolva y dispuestos en una cinta transportadora para la selección de materiales reciclables.
Las bolsas de residuos no abiertas son desgarradas en un trommel para optimizar una segunda separación y posterior proceso.
Una banda magnética giratoria extrae los metales ferrosos y manualmente se recuperan los materiales reciclables.
Un triturador convierte el rechazo (residuos resultantes del paso previo) en trozos de menor tamaño para facilitar el proceso posterior.
Los residuos triturados son tratados mediante un proceso físico mecánico para generar un aumento de la temperatura hasta 140°.
El sistema ha sido automatizado, por lo que el tiempo del proceso y la temperatura a la que se somete cada lote se regulan automáticamente.
El procesado es una masa fibrosa, pasteurizada, inodora, con reducción bacteriana y no perjudicial. Apta para la fabricación de subproductos.